Unos requisitos estrictos de vitivinicultura que nos ayudan a transmitir y conocer mejor nuestra tradición vitícola, la fuerza de nuestra tierra, las tipicidades de nuestras uvas y las características de nuestros suelos. Y el máximo rigor en la elaboración con el método clásico.
La pasión de Pepe Raventós por la recuperación de paisaje y viñedo viejo de alta montaña en el corazón del Penedés, le llevó a descubrir Can Sumoi. Una finca integrada y abandonada, datada de 1645, a 600m sobre el nivel del mar con 20ha de cepas de más de 50 años y 380ha de bosque; una bodega principal y tres masías de finales del S.XVII donde se elaboraba vino.